Vincent Cy Chen: Nocturnal Moonrise
El artista afincado en Nueva York Vincent Cy Chen entrelaza cuidadosamente en sus esculturas retroiluminadas temas de sexualidad, alteridad, euforia y espiritualidad. VETA by Fer Francés se complace en presentar Nocturnal Moonrise, su primera exposición individual en España.
La obra de Chen es a la vez seductora y amenazante, bella y grotesca. Inspirándose en la anatomía humana y vegetal, la biología especulativa, la cultura queer y lo camp, los templos budistas que conoció en su juventud en Taiwán y la ciencia ficción, Chen difumina los límites entre humanos, animales, plantas y tecnología. El resultado son esculturas que parecen reliquias de santuarios alienígenas bien pertenecientes a un futuro aún por llegar o a un pasado remoto y olvidado.
De esta manera, formas y objetos que podrían figurar en los antiguos Gabinetes de Curiosidades y demás estudios que históricamente han fetichizado lo exótico de la flora, la fauna y la cultura, sirven de inspiración a Chen para combinarlos en un único artefacto tabú, esta vez capaz de emancipación. El espacio expositivo de la galería queda ocupado por tres cuerpos que ya no buscan un sentido de pertenencia, sino que abrazan su condición extranjera, desbordando cualquier catalogación hasta el punto de convertirse en parásitos luminosos que rebosan seducción, pero también muestran vulnerabilidad. Su aspecto sugiere estados de transición, bien larvarios o decadentes, igualmente insondables a nuestros ojos que, aunque reconocemos ciertas formas, ignoramos su función, edad, género o devenir.
Fabricadas en fibra de vidrio, poliestireno y otros materiales sintéticos, estas esculturas son una celebración exuberante de la otredad, lo marginalizado, lo híbrido. Son una apuesta estética de inspiración ancestral que plantea, desde rarezas biológicas, fantasías sexuales y artefactos de poder, un mundo futurible interespecie-cyborg-queer donde las fronteras entre diferentes categorías se han finalmente disuelto.
Frente a la arrogancia tecnológica del ser humano y la inclinación por la aceleración continua de todos los aspectos de la vida que caracterizan a nuestro presente, Chen explora una alternativa. La instalación Nocturnal Moonrise reivindica la interconexión con la naturaleza, no desde su mera contemplación sino desde los cuerpos y sus posibilidades de mutación. Todo ello plantado al ritmo pausado que impone la espiritualidad que transmiten estos altares, que parecen visitarnos desde otro mundo, otro tiempo.
