Los lienzos de motivos absurdos de Christian Rex Van Minnen se deleitan con lo grotesco, lo violento y lo sobrenatural, y en ocasiones muestran una extraña belleza. Muchos de sus sujetos, plagados de llagas y pústulas, recuerdan a los monstruos de las películas de terror y a las grotescas basuras tóxicas, mientras que sus arreglos florales de color neón están incrustados con cráneos en descomposición.
Minnen yuxtapone sus figuras decrépitas y decadentes con un motivo de alegres caramelos de goma pintados que cuelgan de las flores muertas, se adhieren a las cabezas humanoides y funcionan como contrapunto lúdico e irónico de sus macabros cuadros. Sus cuadros se inspiran en un linaje artístico que abarca desde las vanitas holandesas hasta la obra del pintor realista mágico Ivan Albright.
En colaboración con Avant Arte, van Minnen lanzará un nuevo proyecto vinculado a su reciente exposición La Luz Atrapada que se exhibió hace poco en Veta Galeria de Madrid. Titulada Rainbow Bridge se basa en la nueva serie de prints donde Minen crea su propia ilusión de trompe l’oeil. ¿El catalizador? Una pregunta planteada por su hijo: «Papá, ¿por qué no pintas algo hermoso hoy?»
